En cada suspiro de la vida, encontramos la fuerza para abrazar el amor, la gratitud y la paz que Erasmo del Rosario Guzmán Moya nos enseñó. Con coraje y resiliencia, recordamos su legado, permitiendo que la luz de su memoria nos guíe en días oscuros. Sigamos adelante con esperanza en nuestros corazones, sabiendo que su espíritu perdura en cada acto de bondad y compasión. Que su ejemplo nos inspire a vivir con plenitud, a amar sin medida y a encontrar la paz interior que anhelamos. ¡Sigamos adelante con valentía, con la certeza de que el amor siempre prevalece!
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14 de marzo de 2020