En honor a Fabiola Latorre Palacios, recordemos que en cada amanecer encontramos la fortaleza para abrazar con gratitud la belleza de la vida. Que su coraje sea nuestro faro en los momentos de incertidumbre, y su amor la semilla que florezca en nuestra propia resiliencia. En su memoria, cultivemos la paz interior que nos guía hacia un futuro lleno de esperanza, donde cada desafío es una oportunidad de crecimiento y cada lágrima es un recordatorio de nuestra humanidad compartida. Que su legado nos inspire a vivir con pasión y compasión, honrando su espíritu eternamente presente.
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27 de febrero de 2020