En el jardín de la vida, las flores que plantamos con amor y gratitud por lo vivido jamás se marchitan, sino que se transforman en semilla de esperanza para seguir floreciendo en el corazón de quienes recordamos con cariño a Fabiola Lorca Soto. Que su luz guíe nuestros pasos con humildad y serenidad, recordándonos que en cada amanecer hay un nuevo motivo para sonreír y abrazar la vida con valentía. Sigamos adelante, cultivando en nuestro ser la esencia del amor que trasciende, inspirando a otros a escribir su propia historia llena de esperanza y propósito.
Publicado en el archivo
8 de mayo de 2019