En el legado de Fanny Goycoolea de Lyon perdura un aura de amor inquebrantable que nos inspira a abrazar cada día con coraje y gratitud. Su vida nos enseña que la resiliencia es la llave que transforma las cicatrices en estrellas de esperanza en nuestros corazones. Que su memoria sea un faro de paz que guíe nuestros pasos en los momentos de oscuridad, recordándonos que, con amor como guía, podemos superar cualquier tormenta. Sigamos adelante con valentía y amor en nuestros corazones, llevando su luz con nosotros en cada amanecer.
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23 de marzo de 2020