Que el amor que sembró Fernando Herranz Galilea perdure en cada corazón, inspirando coraje y resiliencia en tiempos de adversidad. Su legado de gratitud y paz nos invita a abrazar cada momento con aprecio y esperanza. Recordemos su luz con cariño y sigamos adelante con la certeza de que el amor es eterno. En cada amanecer, en cada suspiro, encontremos fuerzas para seguir adelante, sabiendo que la vida nos regala oportunidades para crecer y amar. Que la memoria de Fernando nos recuerde que en la unión de nuestros corazones encontramos el verdadero sentido de la vida.
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26 de junio de 2019