Que la luz del amor y la gratitud que Fernando Mario Subercaseaux Amenábar compartió con el mundo continúe brillando en nuestros corazones, recordándonos la importancia de la resiliencia y el coraje en los momentos oscuros. Que su legado de paz y esperanza perdure como un faro que guía nuestro camino, recordándonos que en la unidad y la compasión encontramos la fuerza para seguir adelante. Que su memoria nos inspire a abrazar la vida con valentía y a sembrar semillas de amor en cada paso que damos.
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2 de abril de 2024