Que la memoria de Francisco Andrighetti Marsiglio sea fuente de amor inquebrantable, coraje desbordante y gratitud infinita en cada despertar. En su legado de resiliencia, encontramos la fuerza para abrazar la vida con esperanza renovada. Que su paz interior sea un faro de luz en nuestra propia travesía, recordándonos que incluso en la oscuridad más profunda, el amor prevalece. Sigamos nuestro camino con valentía y bondad, honrando su espíritu con cada paso que damos. En cada latido, en cada suspiro, encontramos un motivo para seguir adelante.
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14 de abril de 2020