En memoria de Francisco Villar Rodríguez, celebremos su legado de amor y coraje, inspirándonos en su resiliencia para abrazar cada día con gratitud. Que su luz nos guíe hacia la paz interior, recordándonos que, incluso en la oscuridad, siempre hay espacio para la esperanza. Sigamos adelante con valentía, permitiendo que el amor sea nuestro motor, la gratitud nuestra fuerza, y la paz nuestro refugio. En cada paso, en cada suspiro, encontremos un motivo para seguir creyendo en un mañana lleno de posibilidades y promesas. ¡Que la memoria de Francisco sea nuestro recordatorio de que el amor y la esperanza son eternos!
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30 de diciembre de 2023