Que la luz del amor que Gabriel Barrientos Pesce cultivó en vida siga iluminando nuestro camino, infundiendo coraje en nuestros corazones y resiliencia en nuestras almas. Recordemos su legado con gratitud, encontrando paz en los recuerdos compartidos y fortaleza en su espíritu inspirador. Que su memoria nos inspire a abrazar la vida con pasión y compasión, sabiendo que el amor que sembró perdura en cada rincón de nuestro ser. Sigamos adelante con esperanza, recordando que en cada desafío y tribulación, el amor es nuestra guía y nuestra fuerza.
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18 de enero de 2020