En honor a Gabriela Díaz Correa, recordemos que en la amalgama de la vida, el amor y la gratitud tejen el hilo que nos guía. En cada amanecer, seamos portadores de coraje para enfrentar desafíos y cultivar la resiliencia que nos sostiene en las tormentas. En el jardín de la existencia, florezcamos con la paz que nace de la aceptación y la esperanza que se nutre de sueños compartidos. Cada latido, cada suspiro, nos recuerdan la belleza efímera de este viaje. Sigamos adelante con la certeza de que el amor eterno abraza nuestras almas.
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18 de julio de 2019