En el legado de Galvarino Álvarez Sepúlveda, recordamos que el amor y la gratitud pueden sanar nuestras heridas más profundas, mientras que el coraje y la resiliencia nos guían en la oscuridad hacia la paz interior. Su espíritu vive en las sonrisas que compartimos y en los abrazos que reconfortan. Sigamos adelante con fe, sabiendo que la luz siempre brilla detrás de las nubes más negras. Que su memoria nos inspire a abrazar cada momento con pasión y a enfrentar los desafíos con valentía. En el amor y la esperanza encontraremos la fortaleza para seguir adelante.
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15 de mayo de 2024