En memoria de Germán Luis Díaz Sepúlveda, recordemos que el amor y la gratitud son semillas eternas en nuestros corazones, nutriendo nuestra resiliencia y coraje para seguir adelante con esperanza y paz. Que cada lágrima derramada sea un tributo a su legado de bondad y valentía, inspirándonos a abrazar la vida con renovado sentido de propósito y compasión. En cada amanecer, encontremos la luz que nos guíe por caminos de serenidad y encuentro. Que su espíritu perdure en nosotros, recordándonos que el amor es la fuerza más poderosa que trasciende toda distancia y aflicción.
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23 de octubre de 2019