Que la luz del amor eterno de Gonzalo De La Cuadra Fabres ilumine nuestros corazones con coraje y resiliencia, recordándonos la importancia de abrazar cada día con gratitud y esperanza. En su memoria, cultivemos la paz interior que nos guíe a través de momentos oscuros, recordando siempre que el amor perdura más allá del tiempo y el espacio. Que su legado de bondad y generosidad nos inspire a vivir con propósito y compasión, honrando su vida con actos de amor incondicional. En cada latido, en cada suspiro, su espíritu perdura, recordándonos que somos luz en medio de la oscuridad.
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5 de diciembre de 2019