En memoria de Graciela Brignardello Chevesich, recordemos que el amor y la gratitud son semillas que cultivan la paz en nuestro interior. Con coraje y resiliencia, sigamos adelante en esta travesía llamada vida, confiando en que cada desafío nos fortalece y cada alegría nos inspira. A través de la tormenta y la calma, recordemos que la luz que brilla dentro de nosotros nunca se apaga. Que su legado nos guíe a abrazar cada momento con bondad y esperanza, recordando siempre que en la oscuridad siempre hay espacio para crecer y florecer.
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1 de noviembre de 2019