En el legado de Graciela del Carmen Prat Pinedo resplandece un aleteo de amor eterno, inspirando coraje en cada amanecer. Su memoria nos llama a abrazar la resiliencia, agradeciendo cada instante de luz que ilumina nuestro camino. Que en su paz encontrada encontremos también la nuestra, tejida con hilos de esperanza y fortaleza. Que su recuerdo sea el faro que guíe nuestros corazones en los días de incertidumbre, recordándonos que el amor perdura en cada latido, en cada suspiro de gratitud. ¡Que su legado sea la semilla de nuestro florecer eterno!
Publicado en el archivo
7 de junio de 2020