En honor a Guillermo Díaz del Río Larios, recordemos que el amor y la gratitud nos fortalecen en los momentos de adversidad. Que cada amanecer nos llene de coraje para enfrentar los retos con valentía y resiliencia. Que la paz interior sea nuestro refugio, y la esperanza nuestra guía en el camino. Que la memoria de Guillermo sea un recordatorio de lo efímera que es la vida, y nos impulse a vivirla con pasión y propósito. Sigamos adelante con fe y bondad, sabiendo que en cada desafío hay una oportunidad de crecimiento y transformación.
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28 de julio de 2019