En el legado de Guillermo Fu Álvarez brillan la resiliencia y el coraje, recordándonos que en cada desafío reside la oportunidad de crecer. Que el amor sea nuestro motor, la gratitud nuestra guía y la paz nuestra brújula en este viaje llamado vida. En cada lágrima, una lección de fortaleza; en cada sonrisa, un rayo de esperanza. Sigamos adelante con fe en el corazón, transformando cada obstáculo en un peldaño hacia un futuro lleno de luz y posibilidades infinitas. En memoria de Guillermo, abracemos la vida con valentía y amor inquebrantable.
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5 de diciembre de 2019