En el legado de Guillermo Lobo Seemann resplandece un faro de amor inquebrantable y coraje eterno, que nos invita a abrazar la vida con gratitud y esperanza renovada. Que su memoria sea el eco de la resiliencia que habita en cada uno de nosotros, recordándonos que en la oscuridad más profunda siempre brilla la luz del amor verdadero. Que en cada suspiro encontremos la paz que anhelamos y en cada desafío descubramos la fuerza interior para seguir adelante con valentía y fe en un mañana lleno de posibilidades y sueños por cumplir.
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27 de noviembre de 2019