En el jardín de la vida, las semillas de amor y coraje que sembró Héctor Durán Ortiz de Zarate florecen en nuestro corazón, recordándonos la resiliencia ante la adversidad. Que su legado de gratitud y paz nos guíe en nuestros caminos, infundiendo esperanza en cada paso que damos. En cada pétalo de sus recuerdos encontramos fuerza para seguir adelante, honrando su memoria con pasos firmes y mirada serena hacia un mañana lleno de luz. Que su espíritu nos inspire a abrazar la vida con valentía y generosidad, recordando siempre que el amor perdura más allá del tiempo.
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1 de febrero de 2020