Que la luz del amor y la gratitud iluminen tu camino, recordando siempre el coraje y la resiliencia con los que has enfrentado la vida. En tu memoria, encontramos paz y esperanza para seguir adelante, sabiendo que tu ejemplo perdura en nuestros corazones. Que cada día sea una oportunidad para cultivar la bondad y la compasión en honor a tu legado. Que el universo te envíe señales de guía y protección, recordándonos que el amor es eterno y la esperanza es nuestra fuerza. En cada latido, en cada suspiro, HÉCTOR EDUARDO VILLARREAL ESPINOZA vive en nosotros.
Publicado en el archivo
27 de enero de 2024