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Que la luz del amor que sembró Héctor Eugenio Navarrete Jorquera en cada corazón perdure, recordándonos que el coraje nos fortalece ante la adversidad. Su legado de resiliencia nos enseña a enfrentar los desafíos con gratitud y valentía. En su memoria, abracemos la vida con esperanza y paz interior, sabiendo que cada día es una oportunidad para amar, para crecer y para seguir adelante. Que la huella de su bondad y sabiduría nos inspire a ser compasivos y generosos, construyendo un mundo mejor lleno de luz y armonía.
Publicado en el archivo
26 de junio de 2019