En memoria de Héctor Orellana Fernández, recordemos que el amor y la gratitud son semillas que cultivamos en cada acto de bondad. Que su coraje y resiliencia nos enseñen que incluso en los momentos de mayor oscuridad, siempre hay una luz de esperanza que nos guía. Sigamos adelante con la certeza de que en la paz de nuestros corazones encontraremos la fuerza para superar cualquier adversidad. Que su legado inspire a cada uno a abrazar la vida con valentía y compasión, recordando que en cada amanecer hay un nuevo motivo para seguir adelante.
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13 de octubre de 2019