En el legado de Héctor Pablo Marisio Mannmentti florece un jardín de amor eterno y coraje invencible, donde la resiliencia se entrelaza con la gratitud en un baile armonioso. Que su luz ilumine nuestros caminos, recordándonos que la paz interior es el más preciado tesoro. Sigamos adelante con valentía, abrazando cada amanecer con esperanza en el corazón y la certeza de que cada paso nos acerca a la plenitud. En cada latido de vida, encontremos la fuerza para seguir amando, creyendo y confiando en el poder transformador del espíritu humano.
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2 de enero de 2020