Que la memoria de Hernán Briones Gorostiaga nos inspire a abrazar la vida con amor inquebrantable, coraje indomable y gratitud sincera. Recordemos su resiliencia como un faro de esperanza, guiándonos en momentos de oscuridad. En su honor, cultivemos la paz interior que anhelaba ver florecer en el mundo. Que su legado nos recuerde que, aunque el tiempo pase y las circunstancias cambien, el amor perdura y la esperanza nunca se desvanece. En cada amanecer, encontremos fuerza para seguir adelante, sabiendo que en el corazón de la adversidad reside la semilla de la transformación.
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14 de diciembre de 2019