En el legado de Hernán De Solminihac Andrade, encontramos la fuerza del amor que trasciende, el coraje que no conoce límites, la resiliencia que renace en cada desafío, la gratitud que ilumina nuestros corazones, y la paz que guía nuestros pasos. Que su memoria sea un faro de esperanza, recordándonos que en cada amanecer hay una nueva oportunidad para abrazar la vida con pasión y bondad. Que su ejemplo nos inspire a vivir con autenticidad, a abrazar nuestras emociones con valentía, y a cultivar el florecimiento de nuestro ser con humildad y compasión.
Publicado en el archivo
5 de marzo de 2020