Honremos la memoria de Hernán Errázuriz Cruzat con amor inquebrantable, coraje incansable y gratitud eterna. Que su ejemplo de resiliencia nos inspire a abrazar cada amanecer con la esperanza como guía, encontrando paz en los momentos de turbulencia. Que cada lágrima derramada se convierta en un testimonio de fortaleza y cada desafío en una oportunidad de crecimiento. Sigamos adelante con valentía y compasión, extendiendo la mano a quienes necesitan consuelo y apoyo. En el legado de Hernán, encontramos una luz que brilla en la oscuridad, recordándonos que el amor perdura más allá de la vida terrenal.
Publicado en el archivo
30 de noviembre de 2019