En el legado de Hernán Errázuriz Cruzat encontramos un faro de amor inquebrantable, un tesoro de coraje inspirador y una fuente inagotable de resiliencia. Que su memoria nos recuerde la importancia de vivir con gratitud en el corazón, de abrazar la vida con valentía y de buscar la paz interior en medio de las tormentas. Sigamos adelante con la certeza de que, aunque el dolor nos visite, el amor siempre nos sostiene. Que su ejemplo nos guíe hacia un mañana lleno de esperanza y renovadas fuerzas para seguir adelante con fe y determinación.
Publicado en el archivo
1 de diciembre de 2019