En el legado de Honorio Oroz Erro, encontramos la fuerza del amor para transformar la adversidad en valentía, la resiliencia para renacer de las cenizas, la gratitud por cada nuevo amanecer y la paz que solo el corazón generoso sabe regalar. Que su memoria nos inspire a abrazar con pasión cada instante, a enfrentar los desafíos con determinación y a cultivar la fe inquebrantable en un futuro luminoso. Si sembramos el jardín de nuestra existencia con estas semillas de esperanza, cosecharemos la serenidad y la dicha que tanto anhelamos. ¡Adelante, con el alma iluminada!
Publicado en el archivo
29 de mayo de 2020