Que la luz del amor que Hugo Millán Riffo compartió brille siempre en nuestros corazones, inspirándonos a vivir con coraje y gratitud, a abrazar la resiliencia y a buscar la paz interior. En su memoria, recordemos que cada día es una oportunidad para sembrar semillas de esperanza y bondad en el mundo. Aceptemos nuestras emociones con humildad y aprendamos a transformar el dolor en fuerza, la tristeza en compasión. Que su legado nos guíe hacia un futuro lleno de amor y unidad, donde cada paso que demos sea un tributo a su valentía y generosidad. ¡Siempre adelante, con el corazón rebosante de amor!
Publicado en el archivo
15 de febrero de 2020