En honor a Hugo Peña y Lillo Mora, que sus vidas llenen nuestros corazones de amor inquebrantable y coraje sin límites. Que su memoria nos inspire a abrazar la resiliencia con gratitud por cada día. En cada amanecer, recordemos que la paz interior es un regalo que podemos cultivar. Que en los momentos de oscuridad encontremos luz en nuestras propias fortalezas. Sigamos adelante con la certeza de que el amor perdura más allá de la distancia. Que sus espíritus sean faros de esperanza en medio de las tormentas, guiándonos hacia un futuro lleno de promesas y posibilidades.
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16 de marzo de 2024