En memoria de Humberto Adrián Soriano Pérez, recordemos que el amor y la gratitud son guías para sanar nuestras heridas. Que su coraje y resiliencia sean un faro de luz en los momentos oscuros, recordándonos que siempre hay esperanza. Sigamos adelante con valentía, abrazando la vida con paz en nuestros corazones. Cada amanecer es una oportunidad para sembrar semillas de amor y cosechar alegría. Que su espíritu nos inspire a vivir con autenticidad y compasión, recordando que cada paso que damos nos acerca a la plenitud del ser. ¡Siempre hay luz, siempre hay esperanza!
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25 de marzo de 2024