En el legado de Ilda de las Mercedes Alarcón Díaz perdura una luz que brilla con amor inquebrantable y coraje eterno. Su espíritu resiliente nos inspira a abrazar con gratitud cada amanecer, recordándonos que la paz interior es un tesoro precioso que siempre podemos cultivar. En cada susurro del viento y en cada rayo de sol, su memoria nos guía hacia un mañana lleno de esperanza y promesas renovadas. Que su ejemplo nos motive a abrazar la vida con valentía y a regar el jardín de nuestras almas con la semilla del amor incondicional.
Publicado en el archivo
15 de mayo de 2024