En la memoria de Ilse Emma Harms Diercks, recordemos que el amor perdura más allá del tiempo, infundiendo coraje en nuestros corazones para seguir adelante con gratitud por cada amanecer. Que en la resiliencia encuentren fuerza para superar las adversidades, y en la paz interior hallen la calma necesaria para afrontar la incertidumbre. Que cada lágrima derramada sea un tributo al valor que nos impulsa a persistir, y que cada sonrisa compartida sea un rayo de esperanza en un mundo necesitado de luz. Juntos, abracemos el futuro con fe y amor inquebrantables.
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20 de febrero de 2020