Que la luz del amor que Iris irradiaba siga iluminando nuestros caminos, inspirando coraje en tiempos de adversidad y fortaleza para abrazar la resiliencia. En cada amanecer, recordemos su ejemplo de gratitud y valentía, y en cada anochecer, encontremos paz en nuestros corazones. Que su legado de bondad nos guíe a través de las sombras, recordándonos que en cada desafío hay una oportunidad para crecer y para amar más plenamente. Sigamos adelante con el espíritu de Iris, abrazando la vida con esperanza y dejando nuestro propio legado de luz en el mundo.
Publicado en el archivo
16 de septiembre de 2019