En memoria de Iris Vyhmeister Tzschabran, su luz perdura en cada corazón que tocó. Su amor infinito nos inspira a abrazar la vida con gratitud, a respirar con coraje y a danzar con resiliencia. Que su legado nos recuerde la belleza de los momentos simples, la fuerza de nuestros lazos y la paz que encontramos en el amor inquebrantable. Que cada amanecer traiga consigo su dulce recuerdo, recordándonos que en el jardín de la existencia, las flores de la esperanza nunca dejan de florecer. Que su espíritu siga brillando en la eternidad.
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30 de septiembre de 2019