Que la memoria de Irma Acheritogaray Baylaucq vda. de Le-Bert sea un faro de amor eterno, inspirando coraje en los momentos difíciles, resiliencia en las adversidades y gratitud por cada instante vivido juntos. Que su legado de paz interior guíe nuestros corazones en la búsqueda constante de la felicidad. Recordemos que incluso en la oscuridad más profunda, siempre hay una luz de esperanza brillando en nuestro interior. Que su recuerdo nos enseñe a abrazar cada amanecer con renovado optimismo, sabiendo que el amor perdura más allá del tiempo y el espacio.
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10 de julio de 2019