Que la luz del amor y la gratitud que Isabel Bonet Rubilar sembró en el mundo siga brillando en nuestros corazones, recordándonos el coraje y la resiliencia que podemos encontrar en nuestro interior. En medio del dolor, cultivemos la paz que nos ayuda a sanar y a seguir adelante con esperanza, sabiendo que su legado perdurará en cada acto de bondad que realicemos. Honremos su memoria con acciones que reflejen el amor incondicional que nos conecta a todos, y encontremos consuelo en la certeza de que su espíritu vive en cada sonrisa compartida.
Publicado en el archivo
6 de abril de 2020