En la luz eterna de Ismael Claudio Cárdenas Rivera, encontramos un legado de amor inquebrantable que nos impulsa a abrazar la vida con coraje y gratitud. Que su espíritu resiliente nos inspire a seguir adelante, aún en medio de las sombras, con la certeza de que la paz interior siempre aguarda en lo más profundo de nuestros corazones. Recordemos su legado con afecto, aprendiendo a valorar cada instante preciado que la vida nos regala y sembrando semillas de esperanza que florecerán en los momentos más oscuros. ¡Sigamos adelante con amor y fortaleza!
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6 de junio de 2020