En el jardín de la vida, recordamos a Ivette Juana Manieu Delgeon como un faro de amor eterno y coraje inquebrantable. Que su legado de resiliencia inspire nuestros corazones a florecer con gratitud, mientras abrazamos la paz que solo el tiempo puede traer. En cada petalo de esperanza, encontremos la fuerza para seguir adelante, recordando que la luz de un alma querida nunca se desvanece. En honor a su memoria, sigamos el camino con amor, fortaleza y la certeza de que cada nuevo amanecer trae consigo la promesa de un futuro lleno de posibilidades infinitas.
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19 de enero de 2020