Que la luz del amor que sembró Jacina Adriana Vega Zarzola brille eternamente en nuestros corazones, recordándonos su coraje inquebrantable, su resiliencia inspiradora y su gratitud por la vida. En su memoria, abracemos cada nuevo amanecer con esperanza y paz interior, sabiendo que su legado perdurará en cada acto de bondad y en cada sonrisa compartida. Que su ejemplo nos guíe a través de la oscuridad, recordándonos que el amor es la fuerza más poderosa que puede transformar nuestras vidas y las de quienes nos rodean. ¡Sigamos adelante con valentía y compasión!
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1 de octubre de 2019