Que la luz del amor infinito que Jacqueline Becker Cummins irradió en vida siga inspirándonos a cultivar coraje en los momentos difíciles, gratitud en los momentos de abundancia y paz en los momentos de incertidumbre. Su legado de resiliencia nos recuerda la fortaleza que llevamos dentro, y su alma brillante nos impulsa a abrazar cada día con esperanza y compasión. Que su memoria sea un faro de amor inagotable, guiándonos en el camino de la vida con dulzura y sabiduría. Que en cada amanecer encontremos motivos para sonreír y en cada anochecer, razones para dar gracias.
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11 de febrero de 2024