Que la luz del amor eterno de Jaime Allende Urrutia brille en nuestros corazones, recordándonos su coraje en tiempos difíciles, su resiliencia ante las adversidades, y su gratitud por las pequeñas alegrías de la vida. Que su legado nos inspire a abrazar cada día con esperanza y valentía, cultivando la paz interior que él irradiaba. Permitamos que sus enseñanzas nos guíen hacia un mañana más luminoso, donde el amor sea nuestro norte y la esperanza nuestra fuerza. Recordemos a Jaime con alegría y agradecimiento, honrando su memoria con cada paso que damos.
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20 de junio de 2019