En memoria de Jaime Correa Castelblanco, recordemos que en cada amanecer reside la esperanza, en cada sonrisa perdura el amor y en cada desafío crece la resiliencia. Que su legado nos inspire a abrazar la vida con gratitud, afrontar los retos con coraje y cultivar la paz en nuestros corazones. Que la luz de su memoria ilumine nuestros caminos y nos recuerde que, incluso en los momentos más oscuros, la bondad y la esperanza pueden florecer. Mantengamos viva su esencia en nuestros actos y continuemos nuestro viaje con la certeza de que el amor nunca se desvanece.
Publicado en el archivo
26 de junio de 2019