En el amor que compartimos con Jaime, encontramos coraje para abrazar la resiliencia, gratitud por los momentos compartidos y paz en nuestros corazones. Que su memoria sea luz en nuestros días, recordándonos que el amor perdura más allá del tiempo y que cada paso que damos es una oportunidad para crecer en esperanza. En cada sonrisa, en cada lágrima, en cada recuerdo, Jaime vive en nosotros, inspirándonos a seguir adelante con valor y compasión. Que su legado de amor y bondad nos guíe siempre por el camino de la esperanza y la paz.
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7 de junio de 2019