En la luz de los recuerdos de Jaime, encontramos el bálsamo del amor que nos guía con coraje y gratitud en cada paso. Que su resplandor nos inspire a abrazar la resiliencia, a cultivar la paz interior que anhelamos y a sembrar esperanza en cada nuevo amanecer. Que la memoria de su alma gentil nos recuerde que incluso en la oscuridad más profunda, la luz del amor perdura. Sigamos adelante con valentía, con la certeza de que el legado de Jaime vive en nosotros, guiándonos con suave tenacidad hacia un futuro lleno de promesas y posibilidades.
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12 de diciembre de 2019