En el legado de Jaime Rafael Droguett Pezoa perdura un espíritu de amor inquebrantable, una fortaleza de coraje eterno y una resiliencia que inspira gratitud. Recordemos siempre su luz, que brilla con paz y nos impulsa a abrazar cada día con esperanza. Sigamos adelante, amando con generosidad, enfrentando desafíos con valentía, y cultivando la gratitud por las bendiciones en nuestro camino. Que su memoria nos llene de fuerza para superar cualquier obstáculo, recordando que el amor y la esperanza siempre prevalecen en momentos de oscuridad.
Publicado en el archivo
3 de diciembre de 2019