Que la memoria de Jorge López Iñiguez sea un faro de amor y gratitud, iluminando nuestros caminos con coraje y resiliencia. Que su legado nos inspire a abrazar la vida con esperanza y paz, recordando siempre que el amor perdura más allá de la distancia. En cada sonrisa, en cada lágrima, en cada sueño, su espíritu perdurará, recordándonos la belleza de vivir con generosidad y bondad. Que su recuerdo sea un recordatorio de que la vida es un regalo precioso, digno de ser vivido con pasión y propósito. Que en su ausencia encontremos la fuerza para seguir adelante, unidos en el amor y la esperanza.
Publicado en el archivo
16 de octubre de 2019