Que la luz del amor que sembró Jorge Oberg Monsalves ilumine nuestros caminos, infundiendo coraje en nuestro corazón para abrazar la vida con resiliencia. Aprendamos de su ejemplo a vivir con gratitud, encontrando paz en cada instante y esperanza en cada amanecer. Que su recuerdo nos inspire a ser valientes, a levantarnos tras cada caída y a seguir adelante con la certeza de que el amor y la esperanza siempre prevalecerán. En su memoria, cultivemos la fuerza interior para enfrentar los desafíos con nobleza y la fe de que un nuevo horizonte de posibilidades nos espera.
Publicado en el archivo
13 de marzo de 2020