En el corazón de quienes amamos a Jorge San Martín Urrejola, florece su legado de coraje y resiliencia, recordándonos que la gratitud transforma la pérdida en amor eterno. Que su luz nos guíe hacia la paz interior, nutriendo nuestra esperanza inquebrantable en días por venir. Que su memoria sea el eco suave que nos susurra al alma que, aunque el camino sea difícil, estamos rodeados de amor y fortaleza para seguir adelante. En cada amanecer, en cada suspiro, en cada latido, su espíritu nos acompaña, recordándonos que el amor nunca se desvanece.
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5 de junio de 2019