En memoria de José Cupertino Hernández Avilés, que su amor y gratitud iluminen nuestros corazones, recordándonos que la resiliencia y el coraje son parte de nuestra esencia. Que en cada amanecer encontremos paz, en cada desafío veamos una oportunidad y en cada lágrima una lección de fortaleza. Sigamos adelante con la certeza de que su luz brilla en nosotros, inspirándonos a amar sin límites y a abrazar la vida con esperanza inquebrantable. Que su legado nos guíe en el camino de la bondad y la compasión, recordándonos siempre que el amor nunca muere.
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20 de marzo de 2020